El Futuro se enorgullece de compartir los resultados de Mi Voz, Nuestra Salud, una iniciativa pionera financiada por el Instituto de Investigación de Resultados Centrados en el Paciente (PCORI®) a través de su Premio a la Participación Eugene Washington. Este proyecto brindó a familias, jóvenes y líderes comunitarios latinos de Carolina del Norte una plataforma para expresar sus prioridades y definir el futuro de la atención de la salud mental adolescente.
Con quiénes colaboramos: Durante 18 meses, El Futuro convocó un Grupo de Aprendizaje Colaborativo con 19 participantes, entre ellos:
- 6 adolescentes latinos (de 15 a 18 años)
- 3 padres de adolescentes
- 3 Trabajadores de Salud Comunitarios (TSC)
- 4 líderes comunitarios
- 3 miembros del personal de El Futuro
- 2 investigadores latinos de la Universidad de Texas en Austin
Juntos, este diverso grupo compartió experiencias vividas y perspectivas profesionales, con un mismo objetivo: identificar soluciones a la crisis de salud mental que enfrentan los jóvenes latinos, como la depresión, el trauma, la ansiedad, la relación con sus padres y más.
Por qué es importante
- El 40% de los estudiantes latinos de secundaria en todo el país reportan síntomas de depresión.
- Las familias a menudo enfrentan largas listas de espera para proveedores bilingües, barreras financieras y estigma en torno a la búsqueda de atención de salud mental.
- Los Trabajadores Comunitarios de Salud Mental (CMHW, por sus siglas en inglés) ofrecen una solución prometedora. Son miembros de la comunidad bilingües y de confianza que pueden conectar a las familias con la atención, reducir el estigma y brindar apoyo con base cultural.
Lo que aprendimos: El Colaborativo de Aprendizaje identificó prioridades claras:
- Comunicación entre padres e hijos: El factor más crítico para apoyar la salud mental de los adolescentes. Las familias necesitan herramientas para hablar abiertamente sobre sus emociones y desafíos sin miedo ni estigma.
- Habilidades prácticas: Los adolescentes y sus padres desean capacitación en regulación emocional, manejo del estrés, toma de decisiones y establecimiento de metas.
- Identidad y pertenencia cultural: Los jóvenes prosperan cuando se celebran y apoyan sus habilidades biculturales e identidad étnica.
- Rutinas saludables: El sueño, la nutrición y un estilo de vida equilibrado se consideran factores de protección contra la ansiedad y la depresión. Acceso a través de los CMHW: Los CMHW, que comparten el idioma y los antecedentes culturales de las familias, pueden ofrecer intervenciones en escuelas, centros comunitarios y entornos religiosos.
Por qué esto debería ser importante
Usted desempeña un papel fundamental para convertir estos hallazgos en acción. Con su apoyo y colaboración, El Futuro puede:
- Desarrollar y ampliar programas dirigidos por CMHW para llegar a más familias latinas.
- Reducir el estigma al brindar a padres y adolescentes el lenguaje y la confianza necesarios para hablar sobre salud mental.
- Abordar la escasez de personal capacitando a los CMHW como aliados confiables en salud mental.
- Fortalecer la resiliencia intergeneracional, ayudando a los adolescentes a alcanzar el éxito académico, social y emocional.
- Este proyecto demuestra cómo escuchar las voces de la comunidad conduce a soluciones prácticas y culturalmente relevantes. Juntos, podemos crear programas sostenibles que atiendan a las familias en sus propias necesidades y garanticen que los jóvenes latinos de Carolina del Norte, y más allá, tengan la oportunidad de prosperar.
Este proyecto fue financiado mediante el Premio de Participación Eugene Washington (EACB-30340) del Instituto de Investigación de Resultados Centrados en el Paciente® (PCORI®). Las opiniones expresadas son las de los autores y no necesariamente las del PCORI.
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